gala
Atias
VIVIENDA MODERNA
La gran diferencia de la arquitectura moderna con sus predecesoras, es que por primera vez en la historia la vivienda para el hombre común pasó a ser la protagonista de todas las inquietudes: A partir de ese cambio encontró un nuevo sentido de acción y un motor para su transformación espacial y material. No es casual que la gran mayoría de las obras paradigmáticas del siglo veinte hayan sido viviendas (algunas modestas, por cierto).
La enorme riqueza del tema es que propone simultáneamente indagar en cuestiones básicas cotidianas y aspectos trascendentales de la humanidad, verificándose de manera empírica y muy explícita las búsquedas conceptuales realizadas.
Pensar el espacio doméstico hoy nos obliga a reflexionar profunda y críticamente sobre cuáles aspectos de la modernidad aún persisten (principios genéricos como la flexibilidad funcional, la economía de medios o la relación con el contexto) y cuáles mutaron (fundamentalmente los que tienen que ver con la tecnología a partir del universo virtual). Hablar de cambios en los modos de habitar o nuevas estructuras familiares como argumentos para justificar su caducidad, seria encorsetar a la modernidad en aspectos específicos vistos de manera superflua y esquemática. Esto no implica seguir copiando modelos ya formulados en el pasado, sino aprender de su actitud crítica, reflexiva y experimental. Hacer hoy una casa sin volver a pensar en el qué, en el dónde y fundamentalmente en el cómo de manera creativa e innovadora, no sería pensar una vivienda moderna por más que recreemos aspectos formales de los maestros.